Ahora que estaba consiguiendo dormirme, el ascensor otra vez ¡Joder! Es increíble lo que se mueve la gente de Sevilla en Julio a las cuatro de la tarde y si hablamos de este bloque, es que es la leche y con la que está cayendo. No se nota casi ni el aire acondicionado.
No sé que voy a hacer después de quejarme tantas veces al Presidente de la Comunidad; o me meto por las bravas y denuncio esto en el juzgado o me cambio de vivienda.
Pero es que esta casa es la “Casa de los Conflictos”. Cada vez que acudo a una reunión de Comunidad, me digo que será la última. Y es que cada vez que voy hay broncas, amenazas, manoteo y muchas cosas más.
El del 4ºA Gonzalo, liado a voces con el del 9ºC Roldán, a causa del perro de este que se hace sus necesidades en cualquier lado. Pero esto viene de antiguo pues Roldán le achaca al otro que le ha rallado el coche dos veces en el garaje, lo cual niega rotundamente y encima le dice que lo que tiene que hacer es lavarlo para que se le vea el color “de fábrica”.
Esto es de lo más suave. El año pasado en Navidad, hubo que avisar a la policía, pues Susana y Carlos hermanos y habitantes del 3ºD, organizaron una “botellona” en la azotea con música y todo. Pero es que la gente se enfada por nada. ¡Cuidado protestar por una fiestecilla de cuarenta chavales borrachos o medio borrachos y con la música a tope! Total, otros vecinos enemigos del resto. ¡Ah! Y encima ofendidos.
Repasaré los diferentes temas tratados en la última reunión y que no tenían nada que ver con “El Orden del Día”. Fueron los siguientes:
-Niños jugando a esconderse en los ascensores, mientras sus padres estaban en el bar de al lado.
-En la azotea, Julia del 1ºB, había ocupado una cuerda del tendedero, que no era la suya, con una alfombra.
-Pintar en la pared de la entrada “Marisa es puta”.
-Que la gente no saluda, ni ayuda a las señoras mayores que vienen con paquetes o a madres cargadas y con carritos.
Pero lo mejor que os puedo contar de lo acaecido en nuestra casa fue, cuando el ascensor quedó parado entre los pisos 7 y 8 con gente dentro. Avisado el servicio técnico por los propios ocupantes y abierto este, se encontraron a dos adultos desnudos y en situación muy cariñosa, por lo que los gritos que se escucharon en la escalera a las dos de la mañana no eran de miedo claustrofóbico como comprenderéis. Al día siguiente apareció un gran cartel en el portal que decía:
“Cuando las ganas de joder aprietan, ni el ascensor parado se respeta”.
No os podéis imaginar la que se lió. Había quien quería meter en la cárcel a la pareja y otros pedirles autógrafos. Hubo un vecino que para evitar estos desmanes, pidió que las puertas de los ascensores fueran transparentes.
Estos ascensores eran bastante viejos y tenían una rendija entre la puerta y el habitáculo, por lo que a Dña. Rosario le chupó el abrigo de visón el ascensor en movimiento y a punto estuvo deque se le fuera la mano detrás. Ni que decir tiene que cuando vinieron los técnicos y sacaron el dichoso abrigo, este no servía ni para trapo.
Ya que estaban en el foso del ascensor, se limpió de todo lo depositado allí: Un paraguas, una butaca de playa, dos peluches, varias bragas y sujetadores, la funda de una guitarra, una raqueta, muchos preservativos, los restos de un gato y un montón de cosas absurdas.
Por último os diré que donde todos coincidíamos era en los entierros de algún vecino, pero nunca se formaban tertulias de bien avenidos porque no los había. Creo que algunos se congratulaban del ovito envés de sentirlo. Iban de risas.
Al final me fui a vivir al campo en donde solo me peleo con las gallinas, aunque aquí no hay morbo.
Moraleja: Si no puedes vivir con los humanos, huye al bosque únete a los animales y jodete.
Zizur Mayor (Pamplona), a 20 de Mayo del 2010