Pocas imágenes más impactantes que las que ofrece un
viñedo bien cuidado a la luz de las estrellas, con los exuberantes racimos de
uvas “garría” bajo ese claro-oscuro manto que ofrece la noche en el Aljarafe
sevillano.
Y es que hay veces que hay que salirse de lo
tradicional, como lo es la vendimia durante el día, si la naturaleza y los
avances técnicos así lo aconsejan, pues la zona Sur de España con unas
temperaturas medias durante la vendimia de 35º, no son las condiciones optimas
para una vendimia.
Carlos Falcó fue el primero en instaurar esta práctica
en su toledano Dominio de Valdepusa, creando todo un espectáculo mediático.
Cortar racimos de uva en la oscuridad, alumbrado con linternas, focos, antorcha
e incluso cascos mineros, causa una impresión imborrable para cualquier
aficionado a estas tareas.
Las razones técnicas para la recolección por la
noche, evitarían disparar la actividad enzimática y crear fermentaciones
espontáneas indeseadas, como ocurre bajo las altas temperaturas diurnas del
verano andaluz, por no hablar de las dificultades enológicas que tan altas
temperaturas plantean a los enólogos.
No es de extrañar por tanto, que cada vez haya más
bodegas que con máquinas o a mano, hagan de la vendimia nocturna un trabajo que
al aficionado le parece romántico, incluso diría yo que casi entraría en el
misterio, hasta en la brujería o en la alquimia, al constatar de cómo un mosto siendo un producto natural, evoluciona hacia
magníficos caldos, en función del tipo de uva y del mimo con que la traten los
lagareros y bodegueros.
Por nombrar algunas bodegas que ya hacen la vendimia
por la noche y aparte de la ya nombrada, estarían:
Pagos de Leza (Álava), Bodegas Valduero, en Gumiel
del Mercado (Burgos), Pago de las Encomiendas en Villafranca de los Barros
(Badajoz), Lynus Viñedos y Bodegas, en Quintanilla de Onésimo (Valladolid),
Diez Siglos de Verdejo en Serrada (Valladolid), y en Andalucía solo tengo
noticias de las Bodegas Marqués Casa-Pardiñas, en Huélago junto a Guadix
(Granada).
Algunas de estas bodegas, incluso han hecho un
espectáculo para los interesados, que aparte de contemplar la recolección y la
pisa, terminan tomando chocolate con picatostes, todo desde luego pagando,
claro.
Yo le aconsejaría a mi amigo el Coco, que como saben
ya ha hecho la vendimia y la pisa de este año, organizara grupos de curiosos
para que vieran como los vendimiadores con cascos de mineros la llevaban a cabo
en sus viñas, como se pisaba y almacenada en los toneles, y acabaría dando un
chocolate con migas y uvas, que yo haría con mucho gusto, y por supuesto
cobrando el espectáculo y el desayuno, aunque terminaría con una degustación de
una copita de “mistela” de la cosecha del pasado año. Dicho queda y que conste
que no cobro por la idea.
Nuevas formas y nuevas maneras para que lo que nos
da la naturaleza, llegue a nuestras casas de la forma más ecológica y natural posible.