Llevo un mes en esta bendita
tierra que es la capital de España, “Mas” que le pese a alguno y algunos, y voy
a aprovechar para hablar de mi experiencia personal y opinar sobre lo que he
visto, pidiendo por anticipado perdón a
mis múltiples amigos que aquí nacieron y
viven, ya que todo lo que voy a contar es una humilde opinión sin ánimo de
ofender a nadie.
La última vez que estuve bastante
tiempo hace unos años, había una gran inseguridad en las calles; pues bien, en
la actualidad hay una gran presencia tanto de policía nacional como municipal,
por lo que se puede salir a cualquier hora sin problema.
Me ha asombrado lo difícil que
era aparcar antes, y sin embargo ahora hay gran cantidad de aparcamientos en
cualquier calle por céntrica que sea, y es debido a que han implantado la zona
verde, por lo que hay que sacar un recibo introduciendo la matricula y el
tiempo, de lo que dependerá el importe, y como te pases de la hora te cae una
multa, pues para eso hay un personal que vigila.
Las avenidas del centro
histórico, como en cualquier gran ciudad, es un “parque temático” de las mismas
tiendas: El Corte Inglés, Zara, Mango, etc., y los bares y restaurante con
alguna excepción, las mismas franquicias que en todos lados, y gente de toda
raza y condición comprando impulsivamente con sus Visas Oro, que hay tantas que
parecen que las regalaran cual cromos.
Tuvimos mi mujer y yo que
utilizar la sanidad pública, pues se nos habían acabado los medicamentos y
necesitábamos recetas. Acudimos al ambulatorio más próximo, nos dieron cita
para el día siguiente, y al llegar a la consulta, el médico salió a la
puerta llamándonos por nuestros
nombres, sin aglomeraciones ni bullas, y eso que entre los nativos tienen mala
prensa.
En todo este tiempo hemos
utilizado servicios públicos de transporte, y este es realmente bueno aunque un
poco caro, incluso sacando tarjeta para varios viajes y combinados de bus y
metro.
Y ahora viene la parte
negativa, y es que Madrid está muy sucia, tanto en las calles como en sus
monumentos y jardines a pesar que se ve al personal de limpieza, pero ver las
papeleras llenas, los parques infantiles con cristales en sus areneros, cagadas
de perros por doquier, no da una imagen bonita de esta bella ciudad.
Aquí se recicla poco, pues
hay contados contenedores y estos son sólo para vidrio y papel, y no hay sitio
para que cualquier ciudadano tire su basura, ya que cada comunidad tiene su
contenedor donde va todo mezclado.
Por lo demás, dar gracias a
esta ciudad que nos ha tratado divinamente y nos ha hecho sentirnos como de
aquí, por lo que seguiremos viniendo largas temporadas.
¡Ah! Y un fuerte abrazo a
todos mis amigos madrileños.