Y
me meto en la cama, calentito dentro de mi nórdico, sacando sólo
una mano que sostiene el libro de turno para leer, en este caso se
trata de “Pasaje a la India” de E.M.Forster, y aunque la obra es
un poco plomo, como todas estas obras inglesas que te hablan de la
idiosincrasia y la prepotencia de esas naciones que se dedicaron a
esquilmar todo lo que podían para la gran metrópolis, pensándose y
sintiéndose una raza superior que iba a civilizar. (Nosotros los
españoles también sabemos algo de esto).
Cuando
sin darme casi cuenta voy entrecerrando los ojos, dejo el libro en la
mesita de noche y me concentro en dormir, intentando que mis sueños
reproduzcan lo que quiero, aunque nunca lo consiga.
…Y
sueño que sigo en la última gran empresa donde trabajé, y me veo
enmendando los errores que se cometieron conmigo y que yo también
asumo como parte de mi culpa…
…Sigo
soñando…
…Con
que me persiguen, y cuando ya no puedo escapar, levanto el vuelo cual
paloma para huir de esas cuchilladas con que intentan matarme mis
enemigos y cuando veo que me están alcanzando intento, con gran
esfuerzo, despertarme para no morir, y apenas lo consigo.
…Y
de pronto me veo rodeado de gente que me admira, que me quiere y que
me ven como el centro del universo. Me veo joven, guapo, bien vestido
y rodeado de chicas que quieren hacer el amor conmigo. Me entrego a
la más próxima, que como por casualidad, tiene la cara de alguien
que conocí en el pasado, y siento una gran humedad en el momento de
despertarme…cuando no quería.
…Y
me veo en un gran monte helado desde donde diviso mi casa, las calles
aledañas surtidas de gente que van y vienen a sus quehaceres, y me
veo como el niño que fui, con la espada de madera y el escudo de
cartón donde cuando yo no sabía lo que significaba aquello, dibujé
una hoz y un martillo como símbolo de mi feudo medieval y mi
castillo. Y lucho y lucho ganando siempre, hasta que una espada
traicionera me hiere por la espalda, y al dar la vuelta, veo la
imagen de mi mejor amigo, del que creía mi hermano…
Me
despierto confundido, con un insalubre sabor de boca, disgustado
porque no se parece a la realidad nada de lo que sueño, aunque me
pregunto ¿Dónde está la realidad y qué es sólo el sueño..Que
soñé?
Quiero
seguir soñando que sueño, aunque no tenga ganas de dormir. Me gusta
evadirme de esta realidad indeseada, y quiero soñar toda mi vida
que sueño.
Sueño
amigo, ven conmigo, haz que lo que me gustó soñar sea verdad. Y que
la mentira confunda a mis enemigos.
Sigue
ResponderEliminar