martes, 2 de octubre de 2018


No hace falta decir, que cuando se dice “Leyenda Negra”, esta se refiere a España, pues si nos referimos a otro país, lo citaríamos a continuación.
He leído este verano un magnífico libro de María Elvira Roca Barea, titulado “Imperiofobia y leyenda negra”, auténtico testimonio de las barbaridades que se han dicho en Europa y el mundo sobre nuestro país, y que la autora desmonta con un exhaustivo estudio de datos e informes, para contraponerse a tanta falacia como se ha dicho de nosotros, incluso asumidas siendo mentiras, difundidas incluso ahora por internet y la Wikipedia, y estudiarse hasta en nuestros libros de texto.
Según la autora, la primera manifestación de hispanofobia en Italia surgió vinculada al desarrollo del humanismo, lo que le dio a esta un lustre intelectual del que todavía goza, para más tarde convertirse en el eje central del nacionalismo luterano y de otras tendencias que se manifestaron en los Países Bajos e Inglaterra.
                                                                   


Todo empezó con la Guerra de los 80 años en Europa (1568-1648), guerra de religión donde se enmascararon los intereses nacionalistas y socio económicos de las Provincias Unidas, actual Holanda, en donde el emperador Carlos V y su hijo Felipe II, lucharon legítimamente contra los intereses cortoplacistas de príncipes y clero,  contra la secesión y a favor del catolicismo  frente a calvinistas y luteranos.
                                                                      


La exitosa máquina de propaganda protestante y calvinistas con la facilidad de las imprentas, lograron mediante miles de gravados demonizar a los españoles como asesinos, salvajes e intolerantes, cuando resultaba que en esos tiempos, había mayor tolerancia en los países católicos con calvinistas, anglicanos y protestantes, que en los países de nuestros enemigos.
                                                                     


Se nos llamó raza inferior, por mezclarnos con judíos, árabes y más tardes con los nativos americanos, y a la vez intransigentes por la expulsión de los judíos de España, cuando en la mayoría de esos territorios ya lo habían hecho antes.
                                                                     


Siempre hubo un doble e hipócrita rasero, ya que maximizaban nuestros errores para tapar algunos enormes que les competían a ellos, y siempre esa propaganda a la que nunca se oponían nuestros gobernantes, no sé si por indolencia o menosprecio, pero el caso es que cada vez que un país quería tapar una derrota, una bancarrota o alguna masacre, se echaba mano de la propaganda antiespañola.
                                                                    


Y lo curioso es que se hablaba de los horrores de los españoles  de los ejércitos imperiales, cuando en esas tropas había soldados holandeses, alemanes, italianos, ingleses, suecos y franceses, y los españoles eran una minoría que no llegaba al 15%.
                                                                     


Es en la actualidad, cuando aún se nos desprecia y se nos ahoga como en la crisis pasada, sometiéndonos a una disciplina alemana que ha destruido miles de empleos mientras ellos se llenaban los bolsillos con los intereses de nuestra deuda; cuando ellos nadaban en la abundancia y no perdían nivel de vida. Y ¡Qué curioso! Estos mismos alemanes no se acuerdan, no se quieren acordar, de que ellos nunca pagaron sus deudas a los demás desde que existen como país, y encima al sur de Europa nos llaman despectivamente los países PIGS.
                                                                    


Cada vez que salga el tema de la Leyenda Negra en nuestro ámbito cotidiano, hay que oponer la verdad a tanta falacia y estar orgullosos de lo que somos y lo que fuimos. Ningún impero occidental, hasta ahora, ha durado tres siglos, y esta defensa de lo español debe ser una prioridad para el estado, los intelectuales y de toda nuestra gente.
A ver si somos capaces de arreglar esto con los siglos, ahora que todos o casi, somos europeos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario