Hay veces, sobre todo cuando
llega esta época primaveral tan estúpida y que este año en concreto es
extrañamente anormal, que me entra un nosequé que me produce auténtica desgana
de todo, y ¡Qué trabajo me cuesta cualquier cosa!, también escribir estas tonterías
que pongo en mi blog.
Y no será porque falten
temas en esta ¿trágica? realidad cotidiana que por lo menos a mí me amarga, con
los cientos de ahogados en este mar al que llamamos Mare Nostrum y que ni es
nuestro ni nos importa lo más mínimo, los ladrones de cuello blanco, traje y
corbata que suben a la superficie como las impurezas en la elaboración de un
caldo de puchero, los políticos diciendo nimiedades con gran palabrería en
donde los quieras escuchar, persiguiendo conseguir tu voluntad para ser votados
y para a renglón seguido olvidar sus promesas, las guerras que proliferan en
África donde se mata a hombres, mujeres y niños en nombre de Dios o de los
intereses más espurios, y todo lo demás que se os ocurra añadir, pues la lista
de desgracias es interminable.
Pero dentro de mí ser ético
y moral, surge la pregunta: ¿Hasta cuándo podemos aguantar esto sin tomar
conciencia o por lo menos torcer el gesto? ¿Es posible que podamos seguir
viviendo tranquilamente porque estas cosas no nos afecten en nuestro entorno
más cercano?
Hay días que me voy a la
cama con un sentimiento de asco, me encuentro sucio por no poder o querer hacer
algo que mejore en lo más mínimo el mundo que heredaran nuestros hijos y
nietos. ¿Podrán siquiera llegar a heredar algo ante todo este barrizal que nos
asola?
Sin embargo, no será porque
no se hayan creado instrumentos grandilocuentes para entendernos los hombres.
¡Para qué sirven si no intentan solucionar nada como no sea enviando bombas y muerte
allá donde se meten!
Asco me da, asco nos debemos
dar ante toda la mierda en que hemos convertido esta tierra que fue siglos atrás,
tierra de leche y miel.
Bueno, pues ya está; ya no molesto más a nuestra mala conciencia. Pero no
quejaros cuando la lengua de la desgracia larga y pegajosa os alcance. Y seguro
que a alguno alcanzará y entonces gritará pidiendo ayuda, pues lo suyo creerá
que es prioritario ¿no?
Feria de Abril de Sevilla,
22 de abril del 2015
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