Le tomo
prestado al Nobel Vargas Llosa el título de su famoso libro para definir esto
que quiero expresar, ya que no se me ocurre mejor frase.
Desde que
hemos empezado a demoler el estado del bienestar, les da miedo a nuestros
ministros llamarles a las cosas por su verdadero nombre, como si la ciudadanía
fuéramos taraos mentales a los que no hay que asustar. A los recortes se les
llama ahora “optimizar recursos”. He aquí un resumen cristalino como agua de
manantial monclovita.
Se pone
precio a la sanidad para que continúe siendo gratuita y se expulsa de ella a
determinados colectivos para que continúe siendo universal. Se liquidan los
derechos laborales y se arrincona a los sindicatos criminalizándolos para poner
a salvo los derechos de los trabajadores, y se penaliza al jubilado y al
enfermo para salvaguardar a los colectivos más vulnerables o desfavorecidos.
En
educación ponemos las tasas universitarias carísimas para defender la igualdad
de oportunidades, premiando y estimulando su privatización para que continúe
siendo pública.
A parte, ya
que necesitamos mantener el orden público amnistiamos a los grandes
delincuentes, ofrecemos salidas honrozas a los que ocultan capitales en paraísos fiscales, mantienen la economía
sumergida y blanquean dinero de la droga, pero metemos en la cárcel por cuatro
años al que tire e incendie un contenedor.
Todo este
programa de profundo calado no se puede poner en circulación sin mentir, pero
al modo de los escritores, lo hacemos para que la verdad y la justicia resplandezcan
en su majestuosidad.
Dentro de
estas maneras huimos de los periodistas por el garaje y sólo aceptamos ruedas
de prensa sin incómodas preguntas que tratan de desvirtuar nuestra buena fe de “padres
de la patria” y hacedores del bienestar común.
Nadie de
buena voluntad pondrá en duda que hemos subido la electricidad, el gas, los
trasportes públicos, etc., para que todo nos resulte más barato y que
obedecemos al pié de la letra los germanófilos dictados de la Sra. Merkel para
así garantizar nuestra independencia y soberanía.
Cualquier
día dispondremos que los trenes y aviones salgan con más retraso para que
lleguen puntuales a sus destinos.
Para
mantener la independencia de la RTVE, vamos a tomarla al asalto ya que para eso
hemos ganado las elecciones y para que prevalezca la pluralidad informativa.
Así mismo,
le damos a Bankia 10.000 millones de euros del contribuyente, lo cual le
negamos a la sanidad y a la educación. Esto es privatizar el beneficio de los
grandes bancos y socializar las perdidas.
Cualquier
día nos aplicarán martirio para ser acreedores del reino de los cielos y nos
meterán a todos a la cárcel para mantener nuestras libertades.
Y encima
quieren que no seamos pesimistas y pensemos
que no hay futuro porque no hay presente.
Ni hay
remedios ni hay remediadores. No veo la salida. El PSOE y el PP han fracasado.
A lo más que podemos aspirar es a no empeorar. Nos dicen que somos culpables,
que lo tenemos merecido por vivir por encima de nuestras posibilidades.
Nos estamos
creyendo lo que creen de nosotros y así no vamos a ninguna parte.
Desde el desánimo, a 12 de Mayo del 2012
Fantástico artículo de reflexión y verdades como puños. Felicidades "suegro adjunto"
ResponderEliminarPor algún lado tengo que explotar y hoy ya no podía más. Te quiero nuera adjunta.
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