Te fuiste como el
primer soplo del viento al marcharse el estío hacia otros campos, a otros
cielos sin llanto ni dolor, donde siempre es transparente el azul del cielo y
el agua de las fuentes en el deshielo, donde la alegría de lo cotidiano ya es
eterna y donde el sufrimiento humano da paso a la tranquilidad del bien
infinito.
Tu espíritu y tu
cuerpo por fin descansan, pero ¿Qué hacemos los que echamos de menos tu
simpatía, tus risas, tus bromas, tu categoría de ser humano? ¿Cómo aliviar de
tu partida a tu marido, a tus hijos, a todos los que te quisimos?
Qué verdad es que
valoramos las cosas cuando se pierden, pero es que no nos resignamos a tu
ausencia. Confiamos en que todo esto sea un mal sueño, una pesadilla y que en
cualquier momento despertaremos y podremos hablar contigo, y contarte nuestras pequeñas
guerras, algunas miserias y que tu tendrías, como siempre tuviste, una palabra
de disculpa, un halago, una caricia para esa persona de la que hablamos y con quien tropezamos en
los criterios o en las razones.
¿Cómo decirte que
te quiero si estás ausente? Pero es que te siento a mi lado o sobre mí
gastándome una broma, o escuchando esa risa cristalina con que siempre nos animabas.
La usencia es el
olvido, pero nadie desaparece si se le recuerda, y tú puedes estar segura que
nunca se nos irás del pensamiento y que cada vez que digamos Macarena, aunque
veamos a la Madre de Dios en la madrugada del Viernes Santo, estaremos
acordándonos de ti, porque fuiste buena esposa, compañera, madre y amiga.
Hasta siempre
Macarena y procura desde donde estés, que Dios y su Madre cuiden de los tuyos y
que nos bendigan.
Desde mi
llanto, a 6 de Mayo del 2012
De nuevo te reitero mi mas sincero pesar. Animo.
ResponderEliminarGracias amigo.
EliminarLo sentimos muchisimo, siendo tan joven, nuestro más sentido pesame para toda su familia, besos Blanca y Roberto
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