Y pasé la fina hebra que separa a los sufrientes o
enfermos de las personas sanas. Llevaba casi un año con terribles dolores por
causa de una artrosis de cadera, mentalizado y dispuesto a operarme cuanto
antes, ya que lo único que me paliaba el terrible dolor eran los parches
intradérmicos de morfina, pero seguía embutido y desesperando en una lista de
espera interminable que nos afecta a todos menos a los poderosos o al Rey, de
forma que moví todas mis influencias para adelantar en lo posible el implante
de mi cadera nueva.
Llegó el día en que casi dormido por la epidural y
escuchando porrazos de martillos, sierras, y demás artilugios traumatológicos,
me estaban arreglando mis maltrechos huesos.
Lo que vino después no me lo esperaba. Con unos
dolores enormes a causa de mi estreñimiento, lo propio de la cadera, e insomne durante
varias noches, solo tenía alucinaciones y pesadillas, donde los hierros de las ventanas
se convertían en horribles artilugios de guerra o en instrumentos de tortura,
cualquier sombra o grito era para mí inmediatamente una amenaza. Estaba
perdiendo la chaveta.
En esos días, he llegado a sentir la angustia del
deseo final de acabar con todo y pronto, sentirte exhausto y rendido en la
lucha contra el dolor, llegando a no valorar la vida.
Pero ya en casa, en estos momentos de convalecencia,
he retomado la ilusión gracias sobre todo a mi mujer, y a tantos de ustedes,
amigos, familiares, conocidos, y anónimos blogueros, que tienen el valor de
leerme, que me levantáis el ánimo hasta olvidarme de la enfermedad.
Gracias a todos, por vuestras palabras de ánimo y
vuestro cariño. Sin ellas, no hubiera remontado tan rápido a este otro lado de
la línea, donde gente sana o con costurones, nos tomamos un descanso para
meditar sobre la terrible fragilidad humana.
Afortunadamente, yo he tenido la suerte de tener
todo este tiempo y pendiente de mí a “mi doctora favorita”, a mi ángel de la
guarda, mi yerna adjunta Viky Ïñigo, pues con sus palabras de ánimo y siguiendo
sus sabios concejos, está favoreciendo que mi recuperación sea más segura y
rápida.
¡Gracias a todos!
En Villanueva del Ariscal, a 27 de noviembre del
2012
Lo dicho, los mismos vicios que el Rey, ¿Que hariamos nosotros sin tus escritos? ¿Tienes enchufe? Tu amiga Viky es la mejor especialista del mundo en recuperaciones. Besos Blanca y Roberto
ResponderEliminarMucho ánimo papi! Y recuperate pronto que París os espera. Besos
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