martes, 27 de marzo de 2018

Transitoriedad








Si quisieran,
Si me dejaran esta vez
Enajenar mi mente a nada,
Elucubrar pensativamente sin formas,
Ver más allá de lo posible,
Sólo por esta vez.
Mirar el sol ardiente que me hiela,
Estrellas borradas del azul sin remedio,
Luna invernal doble de plenilunio.
Imaginativos prismas en colores emborronados,
Claro oscuro de nimbos troposféricos.
Solitarios planetas arrasados,
Sin vida en ojos atrapados por el miedo,
Átomos humanos perdidos
Que no son nada.
Mínimos espectadores del apocalipsis
De lo pasado y de lo que aún no ha nacido.
Encerrado en mi esotérico yo perturbado,
Bajo la pose fetal del principio,
Renunciando al molesto envoltorio de la carne,
Y perdido o abandonado en la ribera de la duda,
Quedarse quieto, vacío de recuerdos dolientes,
Buscar algo inmaterial que me abrace,
Que me arrobe en el trance.
Unirme con la promesa de nada,
Huida del espíritu hasta la otra parte,
Cruzar  senderos nunca ollados,
Y por fin la VERDAD.



lunes, 19 de marzo de 2018

La indignación de los viejos


Despertó como cada mañana dando gracias a Dios que le había concedido vivir un día más.
Después de leer los diarios del día por internet y tomarse un café, se quedó pensativo mirando los grises de aquella mañana lluviosa y desapacible a través de los empañados cristales del ventanal, pensando en si acudiría a aquella cita que se había propuesto, a pesar de que estaba un poco resfriado y no estaba el tiempo como para ir a manifestarse, aunque fuera por una causa que lo tenía indignado desde hacía tiempo.
                                                                


No era de los peores; su mediana pensión no es que le diera para tirar cohetes, pero conocía a gentes que lo estaban pasando mal, ya que de sus escuálidos ingresos dependían tres o cuatro personas de su entorno, a pesar de que el mandatario caradura e impresentable de turno, tuviera dinero para cualquier eventualidad menos para temas sociales, entre ellos las pensiones de jubilados, viudas o huérfanos y enfermos dependientes, que tenían que pagar una cuidadora quitándoselo de lo más imprescindible, ya que la ayuda a la dependencia no llegaba.
                                                                  


Presumían nuestros gobernantes de que la terrible crisis había pasado, ¿Para quién? ¿Para los jóvenes que contrataban para una semana con un salario de mierda a pesar de estar súper preparados? ¿Para los hombres y mujeres con 45 o 50 años, parados de larga duración, que ninguna empresa contrataba? ¿Para esa gente valiosa por su preparación que habían tenido que emigrar a lejanas tierras?
                                                                   

                                           La Impresentable ministra

Si, estaba hasta los cojo..s de esta clase dirigente que se subían sus prebendas y se blindaban ante cualquier eventualidad. Para ellos el dinero nunca se acababa, y les daba igual que los metieran en la cárcel si habían metido las manos en lo que no era suyo, cuando salieran después de poco tiempo, vivirían a lo grande. Total, en las cárceles a donde los mandaban había ya mucha gente como ellos y estaban distraídos; total aquello pasaba enseguida, y luego a disfrutar de la pasta gansa que se habían llevado. Aquí a la cárcel, pero sin devolver un euro.
                                                                       



Sí. Iría a gritar contra la jauría de lobos que les negaban lo imprescindible; era su primera vez pero estaba decidido, por lo que se abrigó, se puso el sombrero y con el paraguas abierto, se dirigió hacia la parada del autobús de cerca de su casa.
No conocía a la gente que como él se dirigían a la concentración, pero con sus cruzadas miradas se daban mutua fuerza.
No sabía si todo esto serviría para algo, pero que supieran que estaban dispuestos a todo, y que no volverían a votar a estos corruptos desalmados si no solucionaban sus problemas.
Hasta aquí hemos llegado.

lunes, 12 de marzo de 2018

Día internacional de la mujer


La lucha de las mujeres debe ir dirigida hacia la educación. Desde pequeña son mediatizadas por padres (y madres en algunos casos), hermanos, novios, maridos, jefes y compañeros, incluso alguna vez hasta por los propios hijos. Es ahí donde la brecha empieza, en la mente de sus compañeros de viaje.
                                                                   


Ese día mi casa funcionó como siempre, ya que desde que estoy jubilado, nos repartimos los quehaceres domésticos, pero ya desde  antes, siempre he tenido claro que aunque yo era el único que trabajaba fuera, los ingresos los consideraba compartidos, ya que ella trabajaba más que yo, y sin horas ni salario.
                                                                   


Una vez asentado esto, comentar que ya habíamos almorzado y recogida la cocina, por lo que mi mujer se echó en el sofá a ver la televisión y echar una cabezadita, y yo me metí en mi “burbuja” a leer y a bichear por internet.
En un momento determinado, me acordé que hacía días que no abría el buzón de correos, por lo que tal como estaba, en pijama y en bata, salí al jardín, abrí la puerta de la calle y me dispuse a recoger la correspondencia.
                                                                   


Pero he aquí, que un golpe de viento cerró la cancela de un portazo, y yo quedé a la intemperie sin llaves y en ropa de cama, por lo que empecé a llamar convulsivamente al video-portero para que me abriera mi mujer, pero encerrada como estaba y seguramente dormida, no se enteraba.
                                                                   


En estas estaba cuando se asomó una vecina, preguntándome qué me pasaba, y yo sin pensármelo dos veces le respondí: “He tenido una pequeña discusión con mi mujer, y me ha echado a la calle en este estado y ahora no me abre, a pesar que le estoy pidiendo perdón por el interfono, y ni me abre ni me contesta.”
La mujer se puso a gritar con todas sus fuerzas: “Abre Pili, que tu marido está arrepentido y hace frío, va a coger una pulmonía”.                                                             

A todo esto y debido a los gritos, salieron más vecinos, que se iban enterando de lo que pasaba, y también empezaron a gritar para que me abrieran, y yo más cortado que una monja en un sex-shop.
                                                                        


Por fin mi mujer se despertó con los gritos y los pitidos del portero, y me abrió preguntando qué pasaba sorprendida al verme en la calle en bata, pero yo disimulando me puse de rodillas con carita de pena diciéndole: “Perdóname amor mío”, a lo que todo el mundo gritaba; “Perdónalo pobrecillo, que está arrepentido.”
Siguiéndome la corriente, se me acercó besándome en la frente y diciéndome: “Te perdono”, con los que ya nos metimos a casa sin poder aguantar la risa.
Si las mujeres gobernaran el mundo, estoy seguro que nos iría mejor en todos los aspectos, y no habría que celebrar un día reivindicativo.
¡Mujeres al poder!

lunes, 5 de marzo de 2018

Incidente en la capital


Habíamos aterrizado el día antes en Madrid con mucha agua y vientos huracanados, y es que iba a ser el cumpleaños de mi nieta Olivia, pero además tendríamos que hacernos cargo de los niños, ya que mi hija y mi yerno estarían de viaje.
                                                                       

Arreglados los niños y desayunados, salimos los tres hacia el colegio a primerísima hora de la mañana, charlando ellos  de sus cosas y de las pequeñas aventuras diarias que habían tenido lugar en días anteriores; nos mojamos un poco desde el coche hasta las escaleras que conducían a sus aulas, y ya con un beso de adiós , nos despedimos hasta la tarde.
                                                                     

Iba mirando el móvil distraído de regreso al coche, y al cruzar un paso de cebra con la seguridad que da el creerte que los coches pararán a tu paso, un vehículo que venía a cierta velocidad pegó un gran frenazo al verme en mitad del paso, con lo que el que venía detrás chocó contra él , y el posterior chocó también con la trasera de su antecesor, y se armó un gran revuelo de coches parados y yo de asombrado espectador “desde la barrera" ya en la acera.
Pitidos, voces de airados conductores, con los afectados tomando nota de sus respectivos seguros, y en esa estábamos, cuando una viejecita que venía con su perro por la acera, también se unió a la algarabía gritando muy airada de algo que no se entendía.
Pero el asombro fue que la anciana se puso en mitad de la calzada con ininteligibles  gritos y propinado paraguazos a todos  los asombrados conductores, hasta que al final llego la policía municipal, que también se llevó algún golpe, hasta que las aguas poco a poco volvieron a su curso, y me pude enterar de que lo que la señora gritaba eran quejas porque su pensión era de miseria y el que se había llevado los paraguazos era un congresista, que además de tener cuatro casas en Madrid, cobraba dietas como si no tuviese techo donde cobijarse.
                                                                         

Y tiene toda la razón; toda la vida trabajando y cotizando para que cuando te jubilas, recibas casi una limosna. Y ya no digamos si eres viuda o huérfano, que no te da ni para comer.
Y encima tienes que escuchar que todo un director del Banco de España te diga que no es para tanto, que tenemos piso en propiedad y no tenemos que pagar alquiler. ¡Qué vergüenza!, y eso encima de tener la clase política  más corrupta de la corrupta España.
¡Pues mucho respeto con los jubilados!, pues se de un partido político que no estaría gobernando si no fuera por sus votos.
La gente está crispada. ¿Por qué será?

En Madrid, a 5 de marzo del 2018