Decir de entrada, que
independientemente de tener mi propio blog, “Desde mi burbuja”, donde podéis
leerme algunas tonterías como esta, también suelo frecuentar otras vías de
comunicación que se han impuesto como un medio eficaz para comunicarse,
informar, ver videos, oír música y contactar, o dar tu opinión sobre cualquier
cosa o tema, bien usando el ordenador, el teléfono o la tableta. Hablo de: WhatsApp, Facebook, Instagram, Twistter, You
Tube, Linkedin, QQ, WeChat, Google+, etc.., etc.… y
muchas más.
Si señores; aunque ya con
cierta edad, estoy al día de todo esto y las utilizo para resaltar un artículo
de prensa que me gusta por su claridad, una viñeta(sobre todo de Forges), una
foto de algún acontecimiento familiar o de mis nietos, y también, pocas veces,
suelo dar mi opinión sobre algún comentario o alguna reseña que me resulta
cuanto menos chocante, y aunque me reservo mis opiniones políticas y religiosas,
la realidad es que bien pronto te das cuenta de cómo piensa cada uno, y los
demás como sientes tú.
Lo que si me hace rehuir
cualquier opinión o comentario, es cuando veo opiniones muy crispadas,
tendenciosas y partidistas, pues incluso escribiendo, hay quien no puede evitar que se le “hinche la
vena”.
He observado como algunas
personas introducen opiniones o frases o fotos provocativas, solo esperando
armar ruido y cobrar notoriedad con alguna posible discusión entre varios, de
tal forma que “pinche” más gente sus opiniones y discursos.
Yo ante este tipo de
personas me suelo abstener, pues se lo que buscan, y de hecho he visto
desaparecer de las redes a gente así por haberlos dejado la mayoría por
imposible.
Mi opinión de todo esto de
las redes sociales, es que son en
general una buena forma de comunicación y de información, incluso educativas,
pues hay incluso quien está aprendiendo casi sin querer, inglés y ortografía, y
sobre todo que se lee bastante aunque sea arrastrados por la curiosidad o el
morbo, esto de lo que los humanos no presumimos en público pero que practicamos
en privado asiduamente.
En estos tiempos en donde el
presente es ya pasado y el ayer no existe, hay que vivir con lo que nos toca y
no despreciar estoicamente como oigo a veces decir incluso a gente muy formada
e instruida, que presume de obviar todos estos adelantos y presume de escribir,
por ejemplo, sólo con pluma estilográfica o a través de alguna antigua
“Olivetti”. Ni siquiera han aceptado el humilde “bic”. Allá ellos; son libres
de hacer lo que crean conveniente, pero estoy seguro de que algunos de los
insufribles de la modernidad, miran cuando nadie los ve o por el rabillo del
ojo, qué se dice de él en las redes sociales. Seguro.
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