“Diooosss…., que mal estoy,
Diossss…¡Que alguien apague esa luzzzz, coñooo, que me estalla la cabezaaaa!
Nada, ni puto caso, ni nadie
me oye, o pasan de mí, o yo que sé…No, si me tendré que levantar. Por lo menos
reconozco mi cama, aunque huele fatal. ¿Por qué estaré tan mal? Aunque me duele
ponerme a pensar, recapitulemos.”
“De lo último que me
acuerdo, es de estar cantando en el karaoke del pub de Ramón, que por cierto me
tiraron de todo, y que luego empezamos toda la tropa de indeseables que son mis
¿Amigos?, a beber en plan leñador canadiense chupitos de vodka, yo que iba con…
¿Con quién coño iba? Mary Rosa, Rosa María, Rosalía, Rosaura…Yo qué sé, era la
segunda vez que salía con aquel pedazo de hembra colombiana.
Con lo bien y prometedora
que empezó la noche…”
“Ella, porque no me acuerdo
del nombre, quedó en pasar el fin de
semana conmigo en mi apartamento, con lo que me esperaba, creía, dos largos
días de sexo desenfrenado. Y eso que me había esforzado en prepararlo minuciosamente
para que todo saliera bien. Había limpiado todo a fondo, puesto flores,
comprado velitas, champan, y al final no sé, no me acuerdo qué pasó, pero estoy
aquí en la paupérrima soledad de mi mini-apartamento.”
“Bueno, pues me levanto y a
ver que me voy encontrando, pero lo primero, serán un café solo doble y dos
paracetamoles, porque estoy fatal, todo
me da vueltas y la cabeza… Uf…Prometo por mis mulas que esto no me
vuelve a pasar. Bueno, despacito arriiibaaa..”
“Y tengo ganas de vomitar;
me voy al baño a arrojar lo que sea, y a mojarme la cara.”
“Joder, como está todo, esto
parece Waterloo…Junto al ordenador hay una nota…¡Ah sí de Ross! Bueno ya me acordé del nombre. Luego la leo, antes voy
a chorrearme la cabeza y a preparar el café.”
“La hostia, como está el
baño de vomitonas, ¿Mías o también de la “bella”? Que me resbalooo… ¡Qué
porrazo, lo que faltaba! Ayyy…ay…, mi hombro. ¡Joder!”
“Definitivamente voy a por él
cafetito y luego…A ver por donde empiezo”.
“Bueno, a ver si esto se me
va pasando con un poco de ejercicio fregonil. Allá voy.”
“Pues el baño ya está, ¡Qué asco!
Y ahora ya que estoy aquí una buena ducha, a ver si me repongo.”
“Creo que después de este prolongado
remojo, ordenaré un poco en resto. Menos mal que esto es un pañuelo.”
“Ah, la nota, pues si que es
larga, parece una minuta de abogado.”
“Imbecil
-empezamos
bien- tú te lo has perdido, y yo que te
tenía por otra cosa.
Como
no sé cómo escribir mi indignación, sólo voy a relatarte para que te
avergüences, de la noche que me distes. ¡Con todo lo que esperaba de ti!
Hubiese
preferido una cenita a solas los dos, pero como no sabes moverte sin tus
amigotes, tuvimos que salir con “los tres inseparables” y las estiradas de sus
novias o lo que sean.
La
cena bien, aunque se pasaron ustedes con el vino. Tu suerte fue que no te hice
caso y fuimos en mi coche, pero lo que vino después en el bar de vuestro amigo,
eso no tiene nombre.
Hiciste
el ridículo cantando, (ahí debí marcharme y dejarte tirado), luego te empeñaste
en jugar a los dardos y le distes a un
señor sentado a tres metros, creo que queriendo, pues cuando tirabas me
dijiste:”al gordo sapo con ojos”.
¡Vaya
la que se lió! Entre todos los camareros te echaron a la calle, mientras yo
pedía disculpas a izquierda y derecha. Y tú gritando:”gilipollasss”. Te metí en
el coche como pude, mientras arrojabas sobre la tapicería lo más grande, luego
nos pararon para un test de alcoholemia, yo no había bebido, y tú cuando me dio
negativo querías abrazar a los guardias,
y a rastras logré llevarte a tu apartamento, vomitándolo todo por el camino a
la cama.
Cuando
te quedaste dormido, empezaste a roncar de tal forma que me levanté del sofá
sin poder dormir, y he estado viendo la televisión hasta que fue hora de volver
a mi casa.
Ahí
te quedas cretino, y no se te ocurra en la vida ni hablarme ni mirarme.
Ross”.
Pues la noche fue redonda.
¡Seré idiota, con la noche que tenía por delante!
Nunca más. Nunca, nunca,
nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario