sábado, 12 de mayo de 2012

"La verdad de las mentiras"


Le tomo prestado al Nobel Vargas Llosa el título de su famoso libro para definir esto que quiero expresar, ya que no se me ocurre mejor frase.
Desde que hemos empezado a demoler el estado del bienestar, les da miedo a nuestros ministros llamarles a las cosas por su verdadero nombre, como si la ciudadanía fuéramos taraos mentales a los que no hay que asustar. A los recortes se les llama ahora “optimizar recursos”. He aquí un resumen cristalino como agua de manantial monclovita.
                                                             
Se pone precio a la sanidad para que continúe siendo gratuita y se expulsa de ella a determinados colectivos para que continúe siendo universal. Se liquidan los derechos laborales y se arrincona a los sindicatos criminalizándolos para poner a salvo los derechos de los trabajadores, y se penaliza al jubilado y al enfermo para salvaguardar a los colectivos más vulnerables o desfavorecidos.
En educación ponemos las tasas universitarias carísimas para defender la igualdad de oportunidades, premiando y estimulando su privatización para que continúe siendo pública.
A parte, ya que necesitamos mantener el orden público amnistiamos a los grandes delincuentes, ofrecemos  salidas honrozas a los que ocultan capitales en paraísos fiscales, mantienen la economía sumergida y blanquean dinero de la droga, pero metemos en la cárcel por cuatro años al que tire e incendie un contenedor.

                                                                 
Todo este programa de profundo calado no se puede poner en circulación sin mentir, pero al modo de los escritores, lo hacemos para que la verdad y la justicia resplandezcan en su majestuosidad.
Dentro de estas maneras huimos de los periodistas por el garaje y sólo aceptamos ruedas de prensa sin incómodas preguntas que tratan de desvirtuar nuestra buena fe de “padres de la patria” y hacedores del bienestar común.

                                                         
Nadie de buena voluntad pondrá en duda que hemos subido la electricidad, el gas, los trasportes públicos, etc., para que todo nos resulte más barato y que obedecemos al pié de la letra los germanófilos dictados de la Sra. Merkel para así garantizar nuestra independencia y soberanía.
Cualquier día dispondremos que los trenes y aviones salgan con más retraso para que lleguen puntuales a sus destinos.
Para mantener la independencia de la RTVE, vamos a tomarla al asalto ya que para eso hemos ganado las elecciones y para que prevalezca la pluralidad informativa.
Así mismo, le damos a Bankia 10.000 millones de euros del contribuyente, lo cual le negamos a la sanidad y a la educación. Esto es privatizar el beneficio de los grandes bancos y socializar las perdidas.
Cualquier día nos aplicarán martirio para ser acreedores del reino de los cielos y nos meterán a todos a la cárcel para mantener nuestras libertades.
Y encima quieren que no seamos pesimistas y pensemos  que no hay futuro porque no hay presente.
Ni hay remedios ni hay remediadores. No veo la salida. El PSOE y el PP han fracasado. A lo más que podemos aspirar es a no empeorar. Nos dicen que somos culpables, que lo tenemos merecido por vivir por encima de nuestras posibilidades.
Nos estamos creyendo lo que creen de nosotros y así no vamos a ninguna parte.

Desde el desánimo, a 12 de Mayo del 2012

2 comentarios:

  1. Fantástico artículo de reflexión y verdades como puños. Felicidades "suegro adjunto"

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  2. Por algún lado tengo que explotar y hoy ya no podía más. Te quiero nuera adjunta.

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