viernes, 12 de diciembre de 2014

Vuelve la Navidad

Eran amigos desde pequeños, pues Nicolás y Antonio habían vivido en el mismo barrio, estudiaron en el mismo colegio, y hasta de adolescentes estuvieron tonteando con la misma chica, que luego se hizo novia y se casó con un tercero.
                                                                   


Esta amistad continuó cuando fueron mayores en que cada uno afrontó la vida como quiso o como pudo; Nicolás heredó y continuó el negocio familiar de la Administración de Loterías y Apuestas del Estado, y Antonio que había estudiado Económicas y Empresariales, creó una mediana empresa de electrónica e informática, por lo que cada año le compraba a su amigo la lotería de Navidad para todos sus empleados, clientes y amigos, hasta hacía tres años en que tuvieron un problema, por el cual había terminado aquella amistad de toda la vida.
                                                                     


Sucedió que la empresa de electrónica, como casi todas en estos tiempos convulsos, estubo pasando unos delicados momentos, pues no les entraba trabajo, habían despedido a gente y les costaba pagar la nómina de los que quedaban, por lo que la lotería de aquel año no la iban a comprar por falta de liquidez, pero Nicolás conocedor de esta situación le había insistido a su amigo para que retirara los 2.500 euros de la lotería del número de siempre, y que se la pagara cuando pudiera, pero de aquello hacía varios años sin que la trampa se hubiese saldado, aunque ahora el negocio se hubiese reflotado y hubiese dinero, es más; Antonio se había negado a reconocer la deuda a su amigo, tuvieron unas palabras fuertes llegando casi a las manos, y ahí habían acabado años de una amistad de hermanos.
                                                                  


Este año, como desde entonces, el lotero jugaba íntegramente la cantidad y el número que anteriormente retirara su examigo, y quiso la diosa fortuna que su administración de loterías diera el Gordo de Navidad precisamente en este número que vendieron completo en todas sus series, por lo que toda la historia trascendió a los periódicos y se conoció.
No se sabe si fue por mala gestión o si tuvo algo que ver el detalle del comportamiento poco ético de Antonio con aquella deuda de azar, el caso fue que los clientes y los amigos que le quedaban le dieron la espalda, y ahora si que se vió avocado a cerrar la empresa definitivamente acuciado por las deudas y la falta de encargos.
                                                                     


La imagen que salió en el diario local, fueron las puertas cerradas de la empresa y un enorme cartel enfrente que decía: “La lotería que no pagaron les hundió la empresa e hizo rico al acreedor”.
Esto parece un cuento de Navidad como otro cualquiera, pero algunos saben que sucedió de verdad.


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