viernes, 21 de octubre de 2016

Fácil o difìcil

Somos muchos a los que hacer cualquier cosa que no sea  a lo que nos dedicamos o  lo que nos gusta y  disfrutamos, nos cuesta un esfuerzo sobrehumano, tanto, que a veces desistes ante el inapropiado cabreo por considerarte un inútil, y ya no hablamos si intentas hacerlo medianamente bien.
                                                              


Hay veces que me da vergüenza llamar a alguien de la calle cuando tengo que colgar un cuadro, arreglar un grifo que gotea, o cambiar algún foquito de los empotrados en el techo del salón, por lo que casi siempre pago cara mi osadía con algún percance, y causando además  un empeoramiento de la avería sobrevenida.
                                                                 


Cuando lees en la biografía de alguna persona más o menos conocida, que domina varios idiomas, es físico, matemático, astrónomo, y no contento con todo esto resulta que también es médico e incluso doctor en nanotecnología molecular con varios libros publicados, te quedas con la boca abierta y con la convicción de que eres poco menos que un paleto o un auténtico animal.
                                                                      


Me sucede, que cada vez que me pongo delante de la hoja en blanco para escribir cualquier tontería a la que os tengo acostumbrado, empiezo y borro, para volver a pensar, escribir y tachar, hasta que poco a poco va surgiendo algo medianamente legible, y sin embargo leo a escritores o periodistas, que no hace falta que sean ni de los mejores ni de los más consagrados, que escriben con una sencillez y formas que me parecen mágicas si te los comparas.
                                                                     
 
Por eso muchas veces me entra el desánimo y se me quitan las ganas de desahogar mis ganas de comunicar mediante mi blog, y mucho menos seguir con el proyecto fallido de novela que rompo cada vez que va por la mitad, pues constato que no aporto nada, ya que ni está bien escrita, y lo que es peor, que tampoco se hacerlo mejor.
                                                                     


Todo el que diga que sólo escribe o hace alguna actividad artística sólo para su propia satisfacción es mentira, pues todo tiene como mínimo dos protagonistas: el que escribe y el que lee, el que pinta un paisaje y el que lo contempla, el que toca un nocturno de Chopin y el que lo escucha o cuanto menos el que lo sufre.
                                                                    


Por todo esto sí son importantes las críticas, los pareceres, incluso los desacuerdos, y por lo que veis soy inasequible al desaliento.
Gracias a todos por leerme.

                                                                       

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