lunes, 14 de agosto de 2017

Gestos y maneras

Confesaros que disfruto jugando al póker, por lo que me bajé un juego gratuito en la Tablet para medirme con varios contrincantes, y la verdad es que no se me da mal. Jugamos en la variedad de póker descubierto.
                                                                


Como sabéis, me gusta observarlo todo y sacar consecuencias que sirvan en el día a día, y la verdad es que  las actitudes del juego se dan paralelamente en la cotidianidad del tránsito por la vida, y os pongo ejemplos.
                                                                 


Está el jugador miedoso que nunca arriesga nada, y sólo va cuando está seguro de que nadie le puede ganar, y una vez conseguida la ganancia grande o pequeña, se retira a contar sus fichas. Es una actitud cansina en que no se disfruta de un  juego donde hay que arriesgar, aunque sin hacer locuras.
                                                                    


Otro tipo de contrincante es el que arriesga todo tontamente sin ver las cartas, por lo que casi siempre suele perder, y hará lo mismo en la siguiente mano hasta quedarse a cero. Va de loco por la vida, y no reflexiona en que su forma de ser puede traerle consecuencias graves.
Está el que va casi siempre de farol, esto significa que siempre miente, con lo cual es calado más temprano que tarde y acaba retirándose cuando ya no engaña a nadie. Es el clásico fantasma, del que todos conocemos  alguno.
                                                                 


También en el ganar y perder se nota de qué pasta está hecho cada cual. Está el que cuando pierde una partida, a la siguiente avasalla apostándolo todo, y si vuelve a perder, suele marcharse muy digno.
                                                                   


El que gana haciendo muchos gestos de excesiva alegría  con los emoticonos, algunos, como llamando tontos indirectamente a los demás y carcajeándose de ellos.Suele abandonar la partida inmediatamente después de perder, (tras demostrar su supremacía mientras va ganando) para regocijo de los que quedan.
¡Qué difícil es ganar, pero qué difícil es saber controlar tu alegría para no humillar a nadie!
                                                                         
  
En el juego no hay ni clemencia ni perdón; algo parecido con lo que sucede en el ámbito de una empresa cuando hay varios elementos luchando por subir en el escalafón para ser el indiscutible macho alfa o la hembra beta, y les da igual los despojos al lado del camino mientras ellos hayan ganado.
                                                                    


La vida no es blanco ni negro, ya que todos nos movemos casi siempre en los ámbitos intermedios. Quien no esté preparado para los reveses  o las victorias, que sólo durarán un soplo, vivirá amargado y no disfrutará de las pequeñas cosas, que son las que a la larga,  nos darán un estado de felicidad.

¡Feliz verano a todos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario