Es el segundo año de nuestro destierro de Juan
Belmonte 219, nuestra antigua caseta que perdimos porque se nos pasó el plazo y
nadie nos avisó, al contrario de este año que desde el Ayuntamiento de Sevilla
han llamado por teléfono al que no había presentado los dineros a tiempo.
¡Negra suerte tuvimos!
Pero a pesar de toda la que está cayendo, nos
reunimos los que quisimos el domingo de pre-feria en fraternal comida, bailamos
nuestras sevillanas, brindamos con vinitos de la tierra y hablamos de la probablemente
lejana próxima caseta, dependiendo todo de que el Consistorio Municipal tenga
dinero más voluntad política y el próximo año amplíe el recinto ferial en
trescientas casetas, que es el antiguo proyecto, aunque hay 3.050 solicitudes entre todas las categorías, algunas con veinte
años de antigüedad.
¡A ver si hay suerte!
Pero hablando en presente, he pasado una Feria
razonablemente buena, con la ausencia de mi hija que estaba de trabajo en
Méjico, de mi yerno y mis nietos que se quedaron en Pamplona, con Pilar mi mujer, mi “hermano” Pedro Gonzalo y su
esposa, la viuda de mi queridísimo otro “hermano” Fernando Mantilla y sus tres hijos.
He vuelto a echar de menos a tantísima gente que
durante años fueron mis invitados en nuestra caseta, pero que ya no se acuerdan de las múltiples veces que
han bebido y comido a mi costa, y otros que hasta fueron socios porque yo los
metí y por envidia u olvido desagradecen los favores recibidos. ¡Que se jodan!
La Feria de este año la he visto un tanto
desangelada, pues con la crisis que estamos padeciendo, la gente entra en el
Real ya comida y con lo justo para unas copas. También he visto menos coches de
caballos y menos jinetes. Todo cuesta caro y hay menos dinero.
Nuestra pequeña reunión lo ha pasado bien, hemos
comido y bebido juntos, hemos ido a las casetas que nos han insistido para que
fuéramos y hemos rememorado antiguas ferias en donde no faltaban nuestros
queridos ausentes.
La verdad es que conforme se va para viejo se
aflojan las ganas de antes, cuando disfrutábamos a tope todos los días y sólo
nos faltaba dormir en la Feria.
He puesto algunas fotitos que son testigo de nuestro
periplo en esta efímera ciudad que es la Feria de Abril de Sevilla.
Gracias a todos los que se habéis acordado de mí y
me habéis invitado a vuestra casa o caseta.
En Sevilla a 29 de Abril del
2012
Espero que un día, nosotros podamos ser los que pasen por tu caseta. Besos y disfruta.Blanca y Roberto
ResponderEliminarPor supuesto, pero para tomarnos unas copas juntos en la Feria de Abril no hay que esperar, cuando queráis os bajáis un año y seguro que algunas casetas tendremos. Un beso a todos.
ResponderEliminarJosé Manuel