La ola intangible del tiempo que nos parece, casi
siempre inalterablemente veloz, cómo se
demora y ralentiza en los malos momentos o en las situaciones difíciles por no
deseadas.
Cuando ya el pensamiento se ha resignado a lo
inevitable, entonces da paso la cruda
realidad que fluye lentamente, como esos fotogramas sueltos de una película
rota que nos muestra uno a uno, los crueles pasos del amargo trago del
sufrimiento.
Pero nosotros mismos nos convencemos esperanzadamente,
cuando lo que nos pasa en este mal escenario es para mejorar nuestra calidad de
vida, o para interrumpir un proceso que puede solucionarse y no declinar hacia
algún asunto de fatal desenlace.
Es en estos duros momentos que nos toca irremisiblemente
pasar, cuando nos damos cuenta de la importancia que le damos a cualquier
molestia o enfermedad que nos ocurre, sin querer ver que a nuestro alrededor
hay personas que con peores males muchas veces irreversibles, pierden la
ilusión de alargar su vida, pero que viven su día a día con pequeños rayos de
esperanza que les hacen no rendirse ante lo inevitable por evidente que sea
para los demás.
Dicen que “mal de muchos consuelo de tontos”, pero
es realidad que siempre vemos a los demás peor que a nosotros mismos, lo cual
no es malo si tan burdamente acallamos nuestros miedos.
Aquí me encuentro, con temor pero con la esperanza de
que esta nueva intervención quirúrgica a la que voy a ser sometido, sea la
última y que mejore mi calidad de vida en estos momentos tan mermada.
Dios lo quiera y que a mi regreso, lo antes posible,
os cuente cosas alegres o imaginativas, y no elucubraciones como ahora que me
atenaza, por qué no decirlo, el miedo.
Un abrazo a todos
los seguidores de mi blogEn Villanueva del Ariscal, a 9 de enero del 2013
Amigo Jose Manuel, te veo pelín jindamoso, que viene de jindama. Ignoro el motivo dela intervención, pero espero y deseo que salgas del trance lo antes posible y podamos seguir disfrutando de tu amistad y tus relatos y reflexiones. Te mando un fuerte abrazo.
ResponderEliminarRafa, el propietario de la casa 61.
Muchas gracias por tus palabras, Rafa. Ya estoy de vuelta en casa y parece ser que este segundo implante de la prótesis de cadera será el definitivo si Dios quiere. Un fuerte abrazo, amigo.
EliminarEntre el rey y tu nos teneis hasta las pe.... de las caderas, besos y suerte, te recuerdo que cuando pases por Pamplona te debo un vino, con tapita, animo. Blanca y Roberto
ResponderEliminarLo primero que haré cuando pueda, es irme una buena temporada a Pamplona y disfrutaré de familia y amigos. Un fuerte abrazo.
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