lunes, 18 de marzo de 2013

Qué bien se está...


Era una comida preparada hacía algún tiempo, desde antes de mi intervención de cadera.
Estábamos el “Carmona”, al que acababan de dar de alta después de un susto, su mujer Ángeles, Julio, Luli y nosotros, y quería volver a ser el cocinero que fui.
Había conseguido cuatro perdices de campo, y se las hice con arroz, caldoso y tierna la carne de caza después de intervenirlas separadamente, menos al “Carmona” que al no gustarle las plumas, y que le hice un arroz caldoso de chocos y gambas.

                                                              Mis cuñados queridos

                                                             
Pili hizo unas magníficas huevas de merluza cocidas con mayonesa, un postre familiarmente conocido por “huevos nevados” , y tuvimos uno de esos momentos mágicos donde hablamos de nuestras cosas a calzón quitado.
Pero, ¿De qué hablan seis abuelos reunidos ante quien los escuche? Pues de sus hijos y nietos, lo normal.
Los problemas de la inseguridad en el empleo de sus hijos y de yernos o nueras, que nos tienen acojonados cuando ya nosotros estamos casi libres de esos cambios o metamorfosis al que los políticos del momento quieren someter a los borregos de turno. ¿Y ellos? ¿Qué será de ellos después de habernos gastado lo que no teníamos en su formación? ¿Qué es ética?
Conjunto de normas morales que regulan cualquier relación o conducta humana, sobre todo en un ámbito específico”
Antes, si no robabas o eras un negligente e impresentable, te jubilabas en el puesto en el que habías entrado o en otro superior, habías vivido regularmente bien, tus hijos estudiaban en sus colegios cercanos, y si eran listos irían a la universidad, pero siempre, le habías dado a tus hijos un puesto en el mercado del trabajo donde se habían comportado éticamente correctos, y eso conciliaba la felicidad familiar.

                                                                 
Es muy difícil interferir en algo a lo que no has sido llamado. Puedes aconsejar, pero mientras de más cosas te enteras, peor se te pone el cuerpo aunque quieras disimularlo. ¿Por qué se ha vuelto la vida tan difícil y tan impredecible? ¿Qué mundo les estamos construyendo a nuestros nietos?
Si lees la prensa, cualquier prensa sensata, predominan los titulares sobre gente que ha robado aunque lo nieguen, partidos políticos beneficiados de todas las corruptelas posibles, jueces que se pelean entre ellos por llevar algún caso sensible del partido político del que comen en el pesebre de las dádivas y mejoras, policías que dependiendo de la idea política de su jefe o de la suya propia, manifiestan abiertamente su criterio aunque estén prevaricando.
¿Qué más da si cada cual salva su culo sacando el máximo beneficio?
Da miedo pensar qué les estamos dejando a nuestros descendientes y cuanto tendrán que pagar por lo que nosotros hemos hecho mal o no hemos entendido como hacerlo. ¿Es para sentirse satisfecho o es para echarse a llorar?
Tu mismo.




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