sábado, 23 de marzo de 2013

Sueños que sueño


Y me meto en la cama, calentito dentro de mi nórdico, sacando sólo una mano que sostiene el libro de turno para leer, en este caso se trata de “Pasaje a la India” de E.M.Forster, y aunque la obra es un poco plomo, como todas estas obras inglesas que te hablan de la idiosincrasia y la prepotencia de esas naciones que se dedicaron a esquilmar todo lo que podían para la gran metrópolis, pensándose y sintiéndose una raza superior que iba a civilizar. (Nosotros los españoles también sabemos algo de esto).

                                                                                                          
Cuando sin darme casi cuenta voy entrecerrando los ojos, dejo el libro en la mesita de noche y me concentro en dormir, intentando que mis sueños reproduzcan lo que quiero, aunque nunca lo consiga.
Y sueño que sigo en la última gran empresa donde trabajé, y me veo enmendando los errores que se cometieron conmigo y que yo también asumo como parte de mi culpa…
Sigo soñando…
Con que me persiguen, y cuando ya no puedo escapar, levanto el vuelo cual paloma para huir de esas cuchilladas con que intentan matarme mis enemigos y cuando veo que me están alcanzando intento, con gran esfuerzo, despertarme para no morir, y apenas lo consigo.

                                                     
Y de pronto me veo rodeado de gente que me admira, que me quiere y que me ven como el centro del universo. Me veo joven, guapo, bien vestido y rodeado de chicas que quieren hacer el amor conmigo. Me entrego a la más próxima, que como por casualidad, tiene la cara de alguien que conocí en el pasado, y siento una gran humedad en el momento de despertarme…cuando no quería.
Y me veo en un gran monte helado desde donde diviso mi casa, las calles aledañas surtidas de gente que van y vienen a sus quehaceres, y me veo como el niño que fui, con la espada de madera y el escudo de cartón donde cuando yo no sabía lo que significaba aquello, dibujé una hoz y un martillo como símbolo de mi feudo medieval y mi castillo. Y lucho y lucho ganando siempre, hasta que una espada traicionera me hiere por la espalda, y al dar la vuelta, veo la imagen de mi mejor amigo, del que creía mi hermano…

                                                     
Me despierto confundido, con un insalubre sabor de boca, disgustado porque no se parece a la realidad nada de lo que sueño, aunque me pregunto ¿Dónde está la realidad y qué es sólo el sueño..Que soñé?
Quiero seguir soñando que sueño, aunque no tenga ganas de dormir. Me gusta evadirme de esta realidad indeseada, y quiero soñar toda mi vida que sueño.
Sueño amigo, ven conmigo, haz que lo que me gustó soñar sea verdad. Y que la mentira confunda a mis enemigos.

1 comentario: