Como es tradicional en mi
casa después del macropuente de la Constitución y la Inmaculada, mi mujer
empezó a bajar cajas y cajas de los altillos de los roperos con los adornos
navideños y el Nacimiento.
Aunque le echaba manos de vez en cuando, yo estaba
preocupado pergeñando una berza de estilo propio, sin grasas, y como alguno me preguntará como la hice, ahí
va la receta:
½ Kg. de garbanzos, 1 manojo
de acelgas, ½ Kg. de jarrete de ternera, 1 nabo, 2 zanahorias, 1 puerro, 3
patatas medianas, pimentón dulce y sal.
Lo que más trabajo da es
trocear las acelgas quitándole los hilillos de los tallos, y enjuagarlas en
abundante agua (yo las dejo un rato en el fregadero cubiertas de agua y
moviéndolas para que suelten la tierra). El pimentón calentado previamente en
una sartén sin que se queme.
Los garbanzos se dejarán en
un bol cubiertos de agua caliente desde la noche antes, y las verduras se pican
menudas al gusto.
Se pone todo crudo en una
olla cubriéndolo con agua caliente, y una vez en el fuego, esperar que los
garbanzos y la carne estén tiernos. Las acelgas las incorporo a media cocción.
Bueno, pues mientras yo
hacía todo esto, mi mujer entre la radio y algunas imprecaciones, iba poniendo
el Belén, el árbol y los adornos, llamándome de vez en cuando para ayudarla en
algo, sobre todo las luces, que siempre sobran o falta alguna, las cuales después
de que hubiera que desechar las fundidas y otras que hacían saltar el automático,
la cosa quedó más o menos.
Pero como ya sabéis que soy
algo patoso, he de confesaros algunos incidentes.
a a) Por
un mal contacto eléctrico, el árbol y la casa estuvo a punto de arder.
b) Cuando el Belén estaba puesto, uno de los
reyes se cayó haciéndose añicos, por lo que sólo quedan dos (lo que dirán mis
nietos). En último caso, lo sustituiremos por un Papá Noel con ciervos y trineo
incluido que no sabemos dónde ponerlo.
c
c c) Hubo
que utilizar con profusión pegamento, pues los techos de algunas casas y algunas figuras lo necesitaron clínicamente.
La
berza salió exquisita, pero el tapón del fregadero acabó en el guiso mezclado
con las acelga.
Cosas
que me pasan y que yo voy y os las cuento. No tengo remedio.
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