Si
pudiera volver a nacer,
Si
me fuese dado el milagro de empezar de cero,
Trataría
de equivocarme más y no ser tan perfecto.
Sería
más tolerante y menos estúpido necio,
Procuraría
tomar muy pocas cosas en serio.
Correría
más riesgos, sin importarme el “por qué”,
Me
concentraría en los amaneceres, en las lunas llenas, en el mar y los
desiertos.
Comería
más cosas aunque fuesen prohibidas para un medio enfermo.
Jugaría
y hablaría más con mis nietos.
¿Por
qué ser sensato si la vida es el momento?
Viajar
ligero de equipaje, casi con lo puesto.
Buenos
días, buenas horas y minutos,
En
fin buen concierto entre tu karma y tu cuerpo.
La
vida sólo está hecha de instantes de felicidad y de algunos buenos
y mágicos encuentros,
Que
nunca ya borrarás de tu mente,
Ni
aunque esa sensación te pareciera un sueño.
Cuando
ya te sientes mayor, por no decir decrépito y viejo,
Sólo
te queda andar pensando y rememorar los recuerdos,
De
aquella otra vida que tuviste, de aquellas conquistas, de aquellos
miedos por no poder llegar a ser el primero.
Qué
me importa ya, en esta hora de la vedad donde te sientes cercano al
último paseo.
Ya
nada importa en verdad,
Cada
uno tenemos lo nuestro.
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