miércoles, 16 de enero de 2019

Patria


Me ha resultado curioso, cómo al buscar el significado de “patria” en el buscador, lo primero que sale y casi la única referencia a la palabra, es el magnífico libro de Aramburu con este título o de la película que se ha hecho de la misma obra. Pero ya acotando la definición, sale lo siguiente:
                                                                


“País o lugar en el que se ha nacido o al que se pertenece por vínculos históricos o jurídicos”, o también, “lugar o comunidad con la que una persona se siente vinculada o identificada por razones afectivas”.
La patria no es un himno ni una bandera, ni una clase social, ni una religión o una raza de por sí; no la constituyen. La forman los diferentes unidos en el amor, el respeto y la tolerancia, aunque algunos “alguien” no estén de acuerdo conmigo.
                                                                  


La patria no tiene que ver con la política, sino con los sentimientos No existe la patria sin valores compatibles y otros de diferencias acordadas, pero la patria se construye en el día a día, con la honestidad propia y el servicio a los demás y a los intereses comunes, se construye con el amor, que la  vez que se goza te hace sufrir.
                                                                   


El desprecio por el que piensa diferente sólo nos trae miedo e intranquilidad, y son estas fisura la que parten, separan y destruyen.
¿Cuál será la patria del que sufre, del que no tiene comida ni abrigo, del que no tiene trabajo, de los niños desprotegidos, de los que huyen de las guerras y las hambrunas?
                                                                  


“Para el hombre dichoso todos los países son su patria”, decía Erasmo de Rotterdam, o lo que decía mi tan admirado Jorge Luis Borges; “Nadie es patria, todos lo somos”.
Muchas personas que aman a su patria tienen la sensación de estar encerradas en un presidio. Así de excluyentes somos.
                                                                      


Si repasamos la historia del hombre desde todos los tiempos, veremos la cantidad de vidas y de sangre que le ha costado  el estrecho significado  de esta palabra.
¡Cuántas muertes, desamor y sufrimiento envueltos en un paño de colores o en una música enervante!

“Quizás mi única noción de patria,

Sea esa urgencia de decir Nosotros.

Quizás mi única noción de patria,

Sea ese regreso al propio desconcierto.

(Mario Benedetti)

No hay comentarios:

Publicar un comentario